Semana de la prevención del embarazo adolescente llega nuevamente en un año de pandemia y existen muchos desafíos por superar
24-09-2021 | La maternidad en la adolescencia, en la mayoría de los casos, trae consecuencias negativas e irreversibles ya que el proyecto de vida de la adolescente cambia, sus aspiraciones educativas y laborales se truncan y su dependencia económica puede incrementarse. Durante la pandemia del Coronavirus las adolescentes enfrentan mayores barreras para acceder a servicios de salud, especialmente, a los de salud sexual y reproductiva, incluido información, consejería y acceso a métodos anticonceptivos.
De acuerdo al Ministerio de Salud, en el 2020, se atendieron 47,376 partos de gestantes adolescentes de 15 a 19 años y 1 181 partos de menores de 15 años; 26 eran niñas menores de 10 años, cifra que se ha triplicado a comparación de años anteriores. Ante estas cifras, es importante que el Estado garantice la entrega del kit de emergencia a víctimas de violación sexual, de forma oportuna y sin restricciones. En el 2020 se entregaron 1 325 kits de emergencia a víctimas de violencia sexual, frente a las 5 516 denuncias de violaciones reportadas por la Policía Nacional.
Es innegable entonces que la pandemia del Coronavirus, que llegó al Perú en marzo del 2020, viene afectando indudablemente más, a las adolescentes del país. Por ello, la semana de la prevención del embarazo adolescente, si bien llega nuevamente en un momento complicado de salud; representa una valiosa oportunidad para poner en agenda el tema de la vulneración de los derechos sexuales y reproductivos de las adolescentes y destacar al embarazo adolescente como un problema social y de salud pública que evidencia la desigualdad, la injusticia social y una clara violación de los derechos humanos, con un impacto social y económico y cuya atención y prevención en pandemia se ha visto reducida a algunas teleconsultas por parte del Estado.
“Los esfuerzos de la prevención y discusión de nuevas miradas de enfoque sobre el embarazo adolescente no solo deben involucrar a las mujeres, autoridades, líderes sociales, sino también a la ciudadanía, colectivos, a los medios de comunicación y a las instituciones de la sociedad civil. Todas y todos somos llamadas/os a trabajar para aportar a la igualdad de género, porque solo así podremos convivir en democracia, con justicia y con oportunidades para el ejercicio pleno de nuestros derechos”, destacó Lourdes Sandoval Chaupe, directora ejecutiva de ACS Calandria.
LA PREVENCIÓN DEL EMBARAZO ADOLESCENTE NOS INVOLUCRADA A TODAS Y TODOS
A continuación, presentamos algunas agendas pendientes para los sectores involucrados en la prevención.
GOBIERNO NACIONAL
Visibilizar el embarazo en la adolescencia, sus causas y su impacto social y económico, además de los grupos más afectados, con datos desglosados, informes cualitativos y estrategias diferenciadas que permita dimensionar todo el panorama.
Actualizar y mejorar las políticas públicas, el Plan Multisectorial de Prevención del Embarazo adolescentes (2013 – 2021) vence este año, con revisión de avances trianuales y presupuestos destinados desde todos los sectores involucrados en su prevención.
SOCIEDAD CIVIL
Fortalecer en capacidades y habilidades a las organizaciones de adolescentes para que puedan ser activistas en la defensa de sus derechos ante las autoridades locales, regionales y nacionales y promover cambios entre sus pares.
Promover nuevas miradas frente al embarazo adolescente, sin estereotipos ni mitos que deje de culpabilizar a las adolescentes, desde un enfoque de género.
GOBIERNOS LOCALES
Priorizar la atención de salud integral de la población adolescente, que incluya la prevención del embarazo, pero también el acceso de los kits de emergencia y el aborto terapéutico si su vida corre peligro, conforme al protocolo.
Fomentar y aprobar proyectos de inversión pública con enfoque social para actividades específicas a favor de la salud, educación, protección y desarrollo de las y los adolescentes en sus localidades.
MEDIOS DE COMUNICACIÓN
La reacción y acción de los medios de comunicación con respecto a esta problemática también resulta necesaria, específicamente en el marco de la Ley Nº 30364, Ley para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar.
Mejor enfoque desde la prevención, manejo de fuentes y denominar a los delitos por su nombre, por ejemplo: violación sexual.
Convertir la información en servicio de la ciudadanía, a través de la difusión de las rutas de atención en caso de violencia sexual a adolescentes.