“Para lograr el éxito rápido de una comedia de TV, por ejemplo, se necesita el rápido reconocimiento de los personajes por parte de la audiencia. Los estereotipos aquí funcionan como atajos”. Gamarnik (2009).

En el Perú, en la década de los 90 dos personajes fueron creados por el comediante Jorge Benavides. El primero “La Paisana Jacinta”, este personaje contó con un programa propio desde 1999 hasta 2002 y se volvió a emitir desde el año 2005 hasta 2014. Según el análisis de Chirapaq que realizó al caso de la Paisana Jacinta, su éxito tuvo origen tras un sketch en un programa llamado JB Noticias y en un contexto donde la sociedad era altamente racista y machista. De igual modo como parte de sus personajes para su programa “El Especial del Humor” Jorge Benavides crea al “Negro Mama” que luego es tildado de racista por dar una imagen estereotipada de la población afrodescendiente.

Este personaje representa a una mujer de origen humilde, que llega de la Sierra Sur del Perú a la Capital (Lima) en busca de mejores oportunidades. Sin embargo, los diversos capítulos que se van presentando nos muestran un conjunto de estereotipos que denigran a la mujer de estos orígenes, tildándolas de sucias, tontas y agresivas. Sin duda, el programa de “La Paisana Jacinta” siempre ha presentado un humor negativo y sarcástico, ha promovido la discriminación hacia la cultura andina con cada burla que se le daba a este personaje por no tener suficiente conocimiento sobre la ciudad. Es claro que durante varios años se ha ocultado tras la etiqueta de humor la dicriminación, el racismo y la superioridad de las personas occidentales.

El estudio sobre los estereotipos en los programas de humor de la televisión peruana (2015), reafirma que efectivamente los medios de comunicación continúan reforzando los estereotipos que se les atribuyen a las mujeres indígenas. Estas son las conclusiones a las que llegó al autor tras analizar a los personajes de mujeres indígenas mostradas en la televisión:
Fisonomía exterior: “En general, la mayoría de personajes presenta poco atractivo/belleza; su constitución se acentúa o exagera: presentan sobrepeso (“Paisana Jacinta” y “Órsola”), son muy delgadas (“Chola Eduviges”), o desgarbadas (“Pánfila”). En cuanto a la evaluación del cuidado y la limpieza, los personajes analizados alcanzan niveles muy bajos, en especial en el personaje de la “Paisana Jacinta” (sucia y sin dientes). Los personajes se amparan en gesticulaciones que van de acentuadas a exageradas”.
Fisonomía intelectual: “La mayoría cuenta con una instrucción baja o nula, a excepción de la “Chola Chabuca”. El entendimiento y habilidad en los personajes son limitados, alcanzando niveles preocupantes en el personaje de la “Paisaja Jacinta”, quien muestra torpeza con las tareas que desarrolla en los múltiples trabajos que obtiene”.
Fisonomía moral: “Los personajes demuestran más valores positivos que negativos, entre ellos: bondad, simpatía, generosidad, solidaridad, empatía, humildad y afecto hacia los otros. Eventualmente, acuden a la mentira “para salirse con la suya” (la “Paisana Jacinta”, sobre todo), también pueden caer en actos de cobardía y ser agresivas (“Chola Eduviges” y “Paisana Jacinta”). Salvo la “Chola Chabuca”, todas demuestran dependencia (familiar, económica, social). Su correspondencia a la normativa social va en dependencia de la situación”.

Es importante enfatizar que el Blackface se constituye una práctica racista y se presenta cuando un artista no afrodescendiente se pinta de negro y exagera rasgos físicos para representar a una persona que sí es afrodescendiente. El objetivo es la burla para entretener al público. El Blackface tuvo sus inicios en el siglo XIX en E.E.U.U y Europa en un contexto de esclavitud y posteriormente fue removida cuando llegó el movimiento por los derechos civiles.
En pleno siglo XXI esta práctica sigue activa en los programas humorísticos,“El Negro Mama”, es un ejemplo de ello, este personaje posee la fisonomia de un simio y camina lento, constantemente es asociado a la delincuencia, pobreza, violencia e ignorancia. Al igual que La Paisana Jacinta, para este personaje las burlas no faltan.

Caso: La Paisana Jacinta
La representación que le da La Paisana Jacinta a la mujer indígena despertó una gran polémica entre la sociedad, en la década de los 90. La incidencia inició cuando un grupo de mujeres indígenas expresó su malestar a Beatriz Merino, en ese entonces Presidenta de la Comisión de la Mujer del Congreso de la República, pues consideraban que el personaje denigraba a la mujer indígena y presentaba estereotipos negativos. Merino transmitió el malestar del grupo a través de los medios de comunicación, alegando que el programa sí fomentaba el racismo y recurría a un vocabulario obsceno. Pese a esto, no se tomaron medidas y todo se quedó en críticas hasta el año 2002 cuando finaliza la primera temporada del personaje en mención.

En el año 2005, cuando inicia la segunda temporada de la Paisana Jacinta, algunas organizaciones contra el racismo como LUNDU y Chirapaq solicitaron que el programa dejara de transmitirse, la congresista en aquel entonces Paulina Arpasi se unió a las voces y declaró que efectivamente el programa denigraba a la mujer indígena. La transmisión de la segunda temporada fue breve y tuvo paralizaciones en sus grabaciones, esto por la presión ejercida por la sociedad civil y la Mesa contra el Racismo de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH).

Pasados los años, en el 2010 el personaje vuelve a aparecer en capítulos del programa “El Especial del Humor”, y en el 2011 se emiten episodios pasados de la Paisana Jacinta hasta el 2013 cuando el personaje empieza frecuentemente a aparecer en “El Especial del Humor” y otros programas de entretenimiento. En febrero del 2014 se anuncia la grabación de nuevos capítulos de la Paisana Jacinta y la nueva temporada se estrena en marzo del mismo año. En este contexto, la entonces parlamentaria Hilaria Supa exigió la cancelación del programa, argumentando que el personaje presentaba a las mujeres andinas como “personas tontas y descuidadas”.

Diversas organizaciones de Apurímac y Cusco empezaron a expresar su rechazo al programa a través de una carta dirigida al gerente general de Frecuencia Latina, en la que solicitaban su cancelación. Pese a la negativa del canal, en abril del 2014 Hilaria Supa presentó 3000 firmas en el marco del foro Racismo y Discriminación, con el fin de exigir la salida del personaje. Ese mismo mes, Frecuencia Latina sostuvo públicamente que el personaje de Jacinta “promovía y reivindicaba al heroico pueblo andino”, bajo el argumento de que, al final de cada capítulo, el personaje promovía la adopción de conductas cívicas y fomentaba comportamientos útiles para la educación.

A inicios de agosto del mismo año, Chirapaq denunció al programa ante el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial (CERD, entidad de la ONU), con el fin de cesar su transmisión. El argumento principal, de acuerdo con Tarcila Rivera, presidenta de la asociación, fue que la autorregulación de los medios de comunicación, así como los códigos de ética y los espacios de denuncia existentes no son efectivos para detener el racismo. Tras esto, la Organización de Naciones Unidas (ONU) manifestó su preocupación, señalando que el programa era ofensivo y que reforzaba estereotipos negativos sobre las mujeres y los pueblos indígenas. Luego de este pronunciamiento, Frecuencia Latina canceló la emisión del programa.

Cuando se creía que no volvería el personaje de la Paisana Jacinta, en agosto del 2016 los episodios pasados del programa empezaron a ser transmitidos por Panamericana Televisión y en abril del 2017 Jorge Benavides estrenó “El Wasap de JB”, que incluía segmentos de la Paisana Jacinta. Todo volvía a su normalidad.
Para el 2020 y luego de 22 años de incidencia, el 14 de octubre, la Sala Superior del Cusco declaró fundada la demanda de amparo que tenía como fin evitar la continuidad de la emisión del programa “La paisana Jacinta”. De esa forma, la Sala ordenó el cese de la emisión de la “paisana Jacinta” o cualquier otra representación similar. Esta solicitud mencionaba que dicha secuencia estereotipaba, denigraba y promovía la discriminación a la mujer andina. La demanda fue impulsada por Cecilia Paniura Medina, Rosa Supho Ccallo, Irene Quispe Taboada y Rosalinda Torres Morante.

Caso: Negro Mama
Al igual que la Paisana Jacinta, este personaje creó polémica y el Centro de Estudios y Promoción Afroperuanos (LUNDU) consideró que reproducía estereotipos negativos sobre la población afroperuana, argumentando que la representaba como conformada por personas tontas y feas.

En marzo del 2010, Mónica Carrillo, presidenta de LUNDU, presenta públicamente sus críticas respecto al personaje y envia una carta a los directivos del canal (Latina, anteriormente Frecuencia Latina) solicitando su retiro de la televisión, pues señaló que “el personaje reproduce a una persona que es casi un simio, recrea estereotipos racistas y no nos hace bien como sociedad”.

LUNDU también emitió ante el Comité de Solución de Quejas de la SNRTV, el 06 de abril del mismo año, una queja contra Frecuencia Latina por la difusión de un sketch en el programa “El Especial del Humor”, en la queja argumentaban que habían reaparecido los personajes del Negro Mama y la Paisana Jacinta, los cuales reforzaban el racismo contra la población afroperuana y andina, por lo cual solicitaban su prohibición, así como la expresión de disculpas públicas por parte del canal.

En este contexto, la Asociación Nacional de Anunciantes (ANDA) informó que el programa de Benavides había sido calificado con “luz ámbar”. Por todo ello, el canal emitió un comunicado dirigido a LUNDU, en el cual informaban la decisión de suspender al Negro Mama. Sin embargo, Carrillo manifestó su insatisfacción frente a esto, puesto que su intención era la eliminación total y no solo la suspensión del personaje.

Durante el programa de Benavides, los principales actores anunciaron públicamente dicha suspensión y expresaron que nunca ha sido su intención ofender la susceptibilidad de ningún televidente, ya sea con el Negro Mama o con cualquiera de los personajes de “El Especial del Humor”. Esta declaración, además, formó parte del descargo del canal frente al Comité; en ella resaltaron que, al haber suspendido el personaje y haber expresado las disculpas públicas, se habría producido una “sustracción de la materia”, lo cual implicaría una abstención de revisar el fondo de la controversia, ya que el agravio habría desaparecido.

Para esto el Comité de Solución de Quejas de la SNRTV declaró infundada la queja en lo concerniente a la expresión de disculpas públicas por parte del canal, pero le sugirió que reitere el comunicado previamente expuesto. Además, declaró improcedente la petición de prohibición de la aparición de los personajes, ya que la Comisión no tendría las facultades para ordenarla. El 20 de mayo, se anunció el regreso del personaje, nuevamente como parte de El Especial del Humor, y esa misma semana reapareció en dicho espacio, en respuesta diversas organizaciones defensoras de los derechos de los afroperuanos amenazaron con recurrir a instancias supranacionales y a la CNDDHH, con el fin de pedir el retiro definitivo del personaje de la televisión, Benavides rechazó las críticas e indicó que sus personajes eran discriminados.

Por otro parte, LUNDU presentó una apelación al Tribunal de Ética, en donde esclarecía que la prohibición había sido solicitada a Frecuencia Latina y no al Comité, amparándose en el artículo 6º del Código de Ética, el cual le permitiría al medio, en virtud de la autorregulación, negarse a la difusión de ciertas secuencias que consideren que atentan contra los derechos de las personas.

Tras la apelación, el Tribunal de Ética analizó el caso, determinando finalmente, el 25 de noviembre, que la petición de “sustracción de la materia” por parte del canal era improcedente, ya que su pronunciamiento no respondía al pedido de LUNDU (eliminación del personaje y no suspensión del mismo). También rechazó el pedido de prohibición realizado por LUNDU, al determinar que el personaje “por sí mismo, no afecta los valores esenciales o la dignidad de las personas”. No obstante, aceptaron la queja respecto a la secuencia del programa que fue materia de análisis, ya que se halló que “los diálogos y conductas afectaban la dignidad de las personas y constituían expresiones que implicaban una discriminación racial hacia la comunidad afroperuana”.

Así, se solicitó a Frecuencia Latina expresar disculpas públicas a los televidentes y especialmente al pueblo afroperuano. El 14 de diciembre del 2010, Frecuencia Latina hizo públicas sus disculpas a través de un informe emitido en el noticiero 90 Segundos, tal como lo establecía el Tribunal.

En abril del 2011, el Negro Mama reapareció en El Especial del Humor, ante lo cual LUNDU expresó nuevamente su rechazo y señaló haber iniciado una nueva demanda, esta vez ante el MTC, en la cual solicitan la eliminación definitiva del personaje y las disculpas públicas por parte del canal, mientras tanto, fuentes cercanas al canal afirmaron que el personaje no sería removido por estar protegido por la Constitución y por ser muy querido por el público. De este modo, el personaje siguió presentándose en diferentes sketches durante los años 2012 y 2013.

En agosto del 2013, El MTC le impuso una sanción de 74,000 soles a Frecuencia Latina, por no autorregularse según lo establecido por el Tribunal de Ética. Este hecho fue saludado por la presidenta de LUNDU e incluso por el Ministerio de Cultura, el cual sostuvo que “los contenidos emitidos afianzan estereotipos y prejuicios contra la población afroperuana y pueden generar relaciones de violencia entre los diversos grupos étnicos”.

Pese a esto, el personaje continuó apareciendo en el programa cómico hasta septiembre del 2014, mes en el que el programa fue cancelado. Sin embargo, reapareció en marzo del 2016 vía Willax TV, con el nombre JB en Willax, en donde el Negro Mama protagonizaba nuevos sketches. En la actualidad, el primero de marzo del 2021, LUNDU envió una carta a ATV para que retire la caracterización racista del programa de entretenimiento JB en ATV, esto luego de que el 27 de febrero del presente año Jorge Benavides pretendiera representar a un hombre afroperuano pintándose la cara de negro y realizando actos asociados a estereotipos racistas y sexistas.

Ambos casos presentan diferentes estrategias, el primer caso de la Paisana Jacinta no evidencia un uso del mecanismo de quejas y denuncias del sistema de autorregulación. Lo que positivamente se generó fue una ola de opinión pública, donde reaccionaron hasta congresistas a favor de la eliminación del personaje. Asimismo se mostraron alianzas a nivel de organismos internacionales, tal como menciona el Diagnóstico Situacional sobre la Discriminación Étnico Racial en los medios (2017), este caso se describe como un caso de incidencia público-política de la sociedad civil.
En el caso del Negro Mama como se ha leído en la descripción sí se dio uso al sistema de autorregulación, establecido en todas sus instancias además se evidenció que cada instancia es autónoma, esto de hecho es positivo para el demandante pero también desgastante.
Es importante enfatizar el hecho de que cada caso ha tenido un largo proceso a través del tiempo tanto para la estrategia de incidencia como para el uso de la estrategia de autorregulación, porque si bien se lograba sacar del aire al personaje, el creador no terminaba siendo autocrítico con sus contenidos y volvía a establecerlos en la pantalla. Por ello, dejamos una pregunta abierta a modo de reflexión qué es lo que se debería reforzar para evitar que casos como estos vuelvan a replicarse en los medios de comunicación, ¿Incidencia o autorregulación? ¿Sanciones más drásticas o más actuación del Estado?